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viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Se pueden detectar las mentiras?

¿Se pueden detectar las mentiras? Esa es una pregunta a la que los psicólogos intentan dar respuesta. La gente suele creer que sí, que las mentiras pueden detectarse con sencillez y que son los gestos de las personas que tenemos frente a nosotros los que nos dirán qué es cierto y qué no. Sin embargo, la realidad no coincide con la creencia popular. Si nos basamos en los gestos solamente no adivinaremos dónde está el engaño, aunque tendamos a pensar lo contrario. Si tuviéramos que decir si algo que nos dicen es cierto o no, no acertaríamos más que echando una moneda al aire. Claro que, existen otras estrategias algo más fructíferas que fijarnos en la conducta no verbal. ¿Se os ocurre algo? Puede servir un juego de magia para ilustrar alguna de las alternativas que se están investigando actualmente. Veamos este vídeo.



En el mismo acertamos una carta por el tiempo que se tarda en decir el nombre. Con la que menos tiempo se necesita es la que se había elegido previamente. El tiempo de reacción o latencia de la respuesta, hace pensar en un proceso mental distinto subyacente. No se tarda lo mismo en decidir una carta que en recordar otra que ya tenemos decidida y que acabamos de repasar. Normalmente la carta ya escogida nos costará menos tiempo. Es decir, el proceso de elección lleva más tiempo y es esa diferencia la que nos permite inferir qué carta había sido pensada en un primer momento. 

Puede servir la misma treta para detectar mentiras. Al fin y al cabo, ¿no es la mentira una conducta más exigente desde un punto de vista cognitivo que decir la verdad? ¿No nos llevará más tiempo responder a preguntas con mentiras que diciendo la verdad? ¡Efectivamente! Desde 2012 se está investigando una nueva forma de entrevista para juzgar la veracidad de los testimonios que se basa en los tiempos de reacción de las respuestas cuando se produce un interrogatorio. “TRI-CON” se llama. Se le explica al sospechoso que si tarda mucho en responder se pensará que miente, así que debe contestar lo más rápido que pueda. Se formulan las preguntas de tal modo que hasta el final de las mismas no se sepa qué se quiere preguntar y se cuantifica mediante un ordenador el tiempo que tarda en contestar el posible culpable. No es un método exacto y además se está investigando todavía pero de momento los resultados son bastante mejores que los del mero azar. Podemos leer más sobre el tema en este número de la revista Papeles del Psicólogo.

Por cierto, que la conducta no verbal no sirva para detectar mentiras, no ha evitado que una empresa les venda un método que se basa en ello al FBI, la CIA, el ejército de EEUU, el servicio secreto o los cuerpos policiales de distintos países según se desprende de este otro artículo¡Cómo está en mundo! 

Otra pregunta que se me ocurre al hilo de todo esto es si el mismo tipo de entrevista pudiera ser utilizada también en psicología forense para la detección de la simulación. Al final, cuando se simula una enfermedad mental, ¿lo que se hace no es mentir sobre los síntomas?